martes, 11 de octubre de 2016

Hay días que sí me gusta mi trabajo.

Llevo varios meses quejandome de lo mucho que odio mi trabajo, en dónde estoy y lo que hago.

Pero hoy (o por lo menos la mañana de hoy) fue un buen día aquí en la oficina.

Estar corriendo, con muchos pendientes y cosas por hacer es lo que me hace sentir útil y que realmente hago "algo" para este lugar.

Hoy llegué corriendo, tarde como siempre, luego llamada con mi jefa, revisar pendientes, junta, sesión y puff! se me fue toda la mañana.

Mi relación con mi trabajo es como de novios con amor apache. Y como toda relación destructiva tiene cosas que me gustan, me hacen feliz y a veces sonrío por eso, pero tiene muchos otros defectos que me enojan, me molestan muchísimo y me ponen de muy mal humor.

Entonces, igualito que en la relaciones los días buenos son buenos y lindos y ya pero los días malos son MUY malos.

Y son esos días los que digo: "Ya! Tengo que acabar con esta relación, no puedo seguir así"

Y otros días, como hoy, que digo: "Pues no esta tan mal, ya llevamos tanto tiempo y estoy muy cómoda aqui..."

jajajaja....

¡Es real!

Gracias por leer.

Besos*

MaruZ



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